Héctor Fernández Quintela

    Héctor Fernández Quintela

    Nació el 9 de septiembre de 1990 en Lugo, donde se crió hasta los doce años, momento en el cual se mudó a Santaballa (Vilalba), una aldea da Chaira lucense de donde es su familia materna. Entre bosques, prados y caminos de arena se formó como persona, observando el caos ordenado de la naturaleza.
    En la ESO, en el apogeo adolescente, cuando la personalidad se está construyendo, Ricardo Polín, un profesor del IES Basanta Silva, cultivó en él una pasión por la literatura y, más concretamente, por la poesía. Los versos de Celso Emilio, Neruda, Blas Otero… lo marcaron de forma permanente.
    Estudió el grado de Pedagogía en la USC. Al acabar se sumergió en el mercado laboral, encadenando contrato tras contrato (precario, valga la redundancia) en sectores alejados a la pedagogía.
    Escribió Días de arena y piedra como entretenimiento en la larga espera de la cuarentena; de repente, esa llama casi consumida por el día a día, por el hábito, por la inercia de lo cotidiano resurgió para agrupar las palabras en el blanco papel.
    Actualmente, por una deliciosa casualidad, migró a Euskadi, concretamente a Astigarraga (Guipúzcoa), donde trabaja como soporte técnico.